En Radiaciones, los diarios de Ernst Jünger, leo una anécdota ocurrida durante la guerra de los bóxeres.
Creo que era un oficial del Estado Mayor del general Waldersee el que contaba una ejecución de rehenes chinos. Formaban una larga cola, mientras iban siendo decapitados uno tras otro. En aquella cola le llamó la atención al oficial un hombre que estaba leyendo un libro. La visión de aquello le conmovió y entonces solicitó de quien dirigía las ejecuciones la vida del hombre, que le fue concedida. El oficial comunicó el indulto al lector. El chino dio las gracias cortésmente, se metió el libro en un bolsillo y abandonó el lugar del suplicio, donde el trajín siguió su curso.
¿Qué estaría leyendo?