Penguin Classics acaba de rediseñar sus portadas. Particularmente, me parece un trabajo muy afortunado: creo que le da un aspecto contemporáneo (la elección de Futura, del color negro) a la vez que consigue seguir representado la idea de cultura clásica.
Hace poco leí en Textism un artículo breve sobre los estándares que Jan Tschichold definió para Penguin en 1946. Tschichold era muy consciente de que todo trabajo impreso es tridimensional, y además de ser contemplado, es tocado. Por eso, no sólo estudió muy sutilmente la tipografía, sino también la elección del papel, de los materiales para imprimir y encuadernar, de los tamaños…