Por cortesía de Le Divan Fumoir Bohémien, descubro a Saul Leiter, fotografiando la belleza de instantes triviales, en su mayoría, en Nueva York. Todo parece modestamente casual, pero también requiere un aprendizaje, una especie de gimnasia visual para percibir lo que suele pasar inadvertido. Hay un libro que tiene muy buena pinta y una exposición en la Fundación Henri-Cartier-Bresson.