Este fin de semana compré una sartén wok alemana, Die Asiatische Wunderkugel ponía en el embalaje, un cómic francés que se titula Tokyo es mi jardín y descubrí unas fotografías increíbles de una isla-barco-de-guerra llamada Gunkanjima, gracias a Ghrafica y a Galupín. Aquí hay más fotos de cuando la isla todavía estaba habitada, en 1974.
Hoy va a venir a cenar mi amigo Kazán; a ver si el wok es tan milagroso como aseguraba el embalaje.