Riesgos, ingenuos

Este verano el Whitney Museum of American Art presenta Starting with the Universe, una exposición sobre Buckminster Fuller. Las ilustraciónes muestran algunos de sus ingenuos proyectos, Tetra City, una enorme ciudad tetraédrica que flotarí­a sobre la bahí­a de San Francisco (por supuesto, a prueba de terremotos), las esferas flotantes de Cloud Nine o la cúpula sobre Manhattan.

Hundertwasser opina:

«Una de las razones de mi éxito es que no lucho contra los elementos. El que lucha contra los elementos es tonto. Hay personas que quieren seguir activas cuando llueve, o cuando nieva, o por la noche, o cuando están enfermos; pero esas son situaciones en las que la naturaleza quiere que estemos tranquilos. Cierto arquitecto loco y estúpido —Buckminster Fuller— quiere construir una cúpula de cristal que cubra todo Nueva York. Dentro habrá luz natural noche y dí­a, no habrá viento, ni lluvia. Pero eso es una completa estupidez, porque aislarse de la naturaleza es como vivir en una nave espacial y el hombre no ha nacido para vivir en una nave espacial.»

Por una parte, puedo pensar que lo que nos salva es estar sin cobijo, que el riesgo es lo propio del hombre. Pero, también que merece la pena correr el riesgo de ser tomado por ingenuo.