Desde que descubrí las fotografías de Bert Teunissen, todo muy rural: sigo viendo los dibujos de Julio Caro Baroja, a ver si consigo el libro de la obra gráfica de Vicente Risco. También, al final de Puerca tierra, John Berger hace algunas observaciones sobre el conservadurismo de los campesinos. Piensa que la vida cotidiana en la ciudad se basa en la seguridad, la continuidad, la protección; los campesinos son supervivientes que necesitan observar con cuidado y reflexionar sobre cualquier signo de cambio, ya sean las nubes o el comportamiento de una vaca. Crean sus propios rituales, rutinas y hábitos para dar continuidad a ese ciclo de cambio implacable.
«(el conservadurismo campesino) No es un conservadurismo del poder, sino del significado. Representa un almacén (un granero) de significado preservado de la amenaza que supone para las vidas y generaciones un cambio continuo e inexorable.»
Después de leer todo esto, que parece bien pensado, serio y razonable, qué bien cambiar y sonreir con Pla.