Gracias a Ariel Magnus acabo de descubrir el Museo Plagarius de Berlín. A principios de 1977, Rido Busse descubrió una réplica exacta honkongesa de la balanza de precisión que había diseñado para una empresa alemana. Así que fundó la Acción Ciudadana contra el Plagio y organizó la entrega de los premios Plagiarius, cuyo primer puesto se llevó la firma Lee de Hong Kong. El premio deja constancia del nombre de la empresa plagiadora y del producto plagiado. Las malas lenguas dicen que ese papelucho cuelga hoy en el despacho de Mr. Lee.
De todas formas, creo que Salomón dijo que no hay nada nuevo bajo el sol, que todo conocimiento no es más que recuerdo y que toda novedad no es más que olvido. En Identity Works, un gran sitio dedicado al estudio de la imagen corporativa, me encuentro con el rediseño del símbolo de Altria, realizado por Richard Brandt, de Landor NY.
Que recuerda mucho a la Earth Flag, diseñada por Torben Skov, para una conferencia de diseño en Ostende en 1994.
Y mucho más vagamente a la propuesta del arquitecto Rem Koolhaas para un improbable rediseño de la bandera de la Unión Europea.
¿No créeis que ante tanto ruido visual es una buena idea la reutilización ecólogica de símbolos y logotipos?