Plutarco, sobre los peligros de la tutoría, disciplina propia de aduladores:
Carnéades decía que los hijos de los ricos y de los reyes sólo aprenden a montar a caballo, pero no aprenden ninguna otra cosa bien y convenientemente. Pues el maestro alabándolos (…) les adula; pero el caballo, al no tener conocimiento ni preocupándose de si es un particular o un gobernante o un rico o un pobre, derriba a los que no saben montar