Hitler, pintor frustrado, fue el diseñador de una de las identidades visuales de más éxito.
La esvástica, que se caracteriza por su concreción y dinamismo, aparece en casi todas las culturas primitivas. ¿Por qué ese símbolo tiene tanto poder sugestivo? Creo que la clave está en que integra dos símbolos muy efectivos: la cruz de brazos iguales (griega) y los cuatros ejes en una misma dirección rotatoria.
El rediseño de Hitler reforzó la idea del dinamismo, situándola oblicuamente. Como dice Enric Satué, La esvástica tenía la angularidad de la eficacia prusiana y su limpia geometría armonizaba, no sin ironía, con el gusto moderno por el diseño funcional.
El diseño fue tan eficaz que con el tiempo el emblema llegó a contener una connotación altamente emocional que no tenía antes.
Cuenta Rudolf Arnheim que cuando Hitler visitó la Roma de Mussolini y toda la ciudad estuvo de pronto cubierta de banderas nazis, una niña italiana exclamó horrorizada: “Roma está llena de arañas negras”.