Buf, la polémica por la publicación de las viñetas de Mahoma. En las democracias liberales, todo es materia opinable; se acusa a las religiones monoteístas de no entenderlo, pero ¿no impone también la democracia liberal una racionalidad única? ¿no es lo mismo el monologismo que el monoteísmo?
Tampoco me aclaro sobre el valor que pueda tener la opinión de un profano (curiosamente, la palabra sirve tanto para designar a aquello que no es sagrado como al ignorante en una materia). ¿Se puede opinar desde afuera?
Leo a Mircea Eliade hablando sobre los profanos:
Sólo se puede juzgar una realidad espiritual si se la conoce, y sólo se la conoce contemplándola sobre el plano de tu existencia. Sólo se puede juzgar una obra de arte conociéndola, contemplándola desde un punto de vista estético. Se la puede aceptar o rehusar, pero antes hay que conocerla, amarla. (…) Dicho de otro modo, hay que creer en la existencia de la realidad que se juzga y en su autonomía espiritual.
Sólo podemos conocer lo que amamos.