Wittgenstein hablando en 1930 a los asistentes de su única conferencia pública:
«Otra alternativa hubiera sido darles lo que se denomina una conferencia de divulgación científica, esto es, una conferencia que pretendiera hacerles creer que entienden algo que realmente no entienden y satisfacer así lo que considero uno de los más bajos deseos de la gente moderna, es decir, la curiosidad superficial acerca de los últimos descubrimientos de la ciencia.»
Ludwig Wittgenstein, Conferencia sobre ética.