Democracia, asesinatos y Dios

Después de las imágenes de los asesinatos de iraquí­es heridos por marines norteamericanos, leo en el estupendo blog Rizomas:

«¿Es de sorprenderse que los iraquí­es vean con escepticismo la versión de la democracia que las tropas estadunidenses les entregan, o de que ahora las elecciones sean vistas no como herramientas de liberación sino como armas de guerra? »Leyendo el artí­culo de Klein, La democracia con sangre entra, que incluye declaraciones de altos mandos militares y civiles de EEUU, espeluzna comprobar como ambos bandos de lo que se llama “la guerra contra el terrorismo” comparten la misma visión del mundo irracional y maniquea: una visión del planeta como el campo de batalla cósmico entre las fuerzas del bien y del mal. Ambos pretenden que Dios y Alá está de su lado, que su enemigo es el Satán de nuestro tiempo, que el pueblo que supuestamente representan es el elegido. Simples abstracciones para justificar matanzas. »Ambas caras de la misma moneda ofrecen en el mundo posmoderno un modelo sencillo, simplificado, de buenos y malos, a partir del cual esparcir una “cultura” de irracionalismo y guerra. Y como en todas las guerras, la inmensa mayorí­a de las ví­ctimas son seres humanos como tú o como yo, que finalmente sufren y mueren, descubriendo cuando es demasiado tarde, que sólo son peones de fuerzas que les han manipulado por intereses económicos y polí­ticos, que desde luego, no son los suyos. »¿Habrá que recordar a Marx denunciando que la religión es el opio del pueblo? ¿O actualizarlo diciendo que hoy la religión es el speed de los pueblos?»