Llega el verano y me toca ordenar mi mesa de trabajo: lápices, rotuladores, papeles, libros, catálogos y, desde hace años, una pequeña reproducción de una pintura de Cranach, Adán y Eva; creo que la tengo desde que visité el Cortauld Institute of Art. No se pueden apreciar muchos detalles, pero hoy, con Cranach Magnified —una aplicación del Getty Center con la que se puede examinar y comparar minuciosamente varias pinturas de Cranach—, me doy cuenta de que en el ojo de Eva hay el reflejo de ¿una ventana?