Mujeres que parecen visiones: la calidad de la luz sobre esos cuerpos en las fotografías de Carla van de Puttelaar recuerdan la gran pintura europea al óleo.
Y Rosa Olivares, en ¿Es la belleza algo antiguo?:
«Más allá de cualquier consideración teórica o constructiva, cuando pensamos en la fotografía pictorialista pensamos en la belleza. (…) Nos gusta su belleza, esos cuerpos de mujeres blancas como cadáveres, lánguidas, realmente a punto de expirar. Nos encantan esos paisajes ya prácticamente imposibles. Nos resulta irresistible, finalmente, asomarnos a un mundo diferente al que habitamos, en el que no parece haber los problemas que vivimos a este otro lado de la realidad, en el que todo está pensado para resultarnos agradable. Todo lo contrario que en la fotografía actual, tan preocupada por transmitirnos ideas, conceptos, situaciones que nos llevan inevitablemente a cuestionarnos todo tipo de asuntos y, por supuesto, a responsabilizarnos de ellos. Tan obsesionada con la no-belleza, con ofrecernos la parte cruel, vulgar, fea, de la realidad, tal vez la realidad misma y sin duda alguna de nosotros mismos. No, en la fotografía pictorialista nada de esto es así, la belleza, el orden, lo estático, prima sobre cualquier otra apreciación. Es decir, triunfa la falsedad. »Pero, ¿cómo asociamos falsedad y belleza? Tal vez porque todo lo bello tiene algo irremediablemente falso, sobre todo en el momento actual en el que la belleza parece ser una fórmula de laboratorio.»