Me estoy diviertiendo leyendo los Diarios que Lev Tolstói escribió durante todo su vida:
8 de marzo de 1851. De nuevo tarde mucho en despertarme, pero lo superé. Escribí una carta a Nikólenka (de modo irreflexivo y precipitado). Otra a la oficina, con el mismo estúpido estilo que he adoptado (autoengaño). Hice gimnasia con poca seriedad, es decir, tomando demasiado poco en serio mis fuerzas; a esta debilidad la llamaré arrogancia, desvío de la realidad. Me miré en el espejo con frecuencia. Es una estúpida complacencia física hacia mí mismo que sólo puede acarrearme algo malo y rídiculo… Distracción. En la gimnasia estuve haciendo alarde de mí mismo (autoalabanza). Quise que Kobylin tuviera una opinión verdadera sobre mí (vanidad mezquina). Comí demasiado durante el almuezo (glotonería). Fui a ver a Volkonski sin haber terminado lo que estaba haciendo (falta de perseverancia). Comí postre en exceso e hice el remolón. Mentí. Ocupaciones para el día 9: Llevar un cuaderno de debilidades (el cuaderno de Franklin).
Actualización: ¿conocéis el diario de Samuel Pepys?